Pensé que al menos esta tarde vendrías, que te despedirías de mí como siempre lo he merecido, pero tampoco hoy te asomaste; ni el viento, ni los relámpagos pudieron traerte aquí, a este barco que está a punto de hundirse...
Un día quise que me amaras, ahora sólo deseo permanecer en tu recuerdo, habitar tus horas tristes, que te ahogues en los sueños que no realizamos, que se te entierren en la tráquea las esperanzas que te entregué cuando era niña. Tuve que aprender a vivir en un mundo donde no estabas tú, un mundo de rojos y yo azul...
Un día quise que me amaras, ahora sólo deseo permanecer en tu recuerdo, habitar tus horas tristes, que te ahogues en los sueños que no realizamos, que se te entierren en la tráquea las esperanzas que te entregué cuando era niña. Tuve que aprender a vivir en un mundo donde no estabas tú, un mundo de rojos y yo azul...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario