Bruno soñaba con riquezas,
con la inmortalidad,
la perfección y la belleza
Con amores interminables,
con números y países lejanos.
Sofía soñaba con la boca de Bruno
y su larguísima espalda.
Con sus hermosas rodillas
y sus dientes chuecos.
Soñaba con celestes
horizontes para los dos;
tenía sueños de tinta y de papel.
Juego cruel del destino:
Bruno fue seducido
por territorios líquidos,
por pieles rosas
y lenguas hábiles.
Sofía prefirió sostener una pluma,
buscar en el revés de la vida
una medicina para su dolor.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario