Trago tu verso demacrado.
Voz ronca que no toca,
que no inflama.
Sólo palpo, sólo aspiro,
pero no me alimento.
¿Qué sabes de mí?
Nada.
Por eso te mueves
como un alacrán
y te queda la duda
clavada en el ombligo.
Por eso te hiero
cada vez que puedo,
te lastimo.
Permito que vengan
los buitres, que roben
lo que es tuyo.
3 comentarios:
Epa!, que pasa?
Que enojo!...
poético...no?
Igual hermoso.
Besos
Me sentí tan identificada con este escrito... me llamó mucho la atención la frase "Por eso te hiero cada vez que puedo", quizá porque he herido a muchas personas o quizá porque no he dejado que muchos me hieran. En definitiva, hermoso. Un abrazo.
Sólo me nace decir.. ¡Wao!... me dio escalofríos. Bien trabajado. Saludos
Publicar un comentario