22 marzo, 2010

PAUSA

Huérfana.
Una pordiosera. De un lado a otro.
Demasiado frenética. Demasiado maquillaje.
El llanto fue lo cotidiano.
Como vivir en una novela descarnada.

Luego la pausa.

Elegir el silencio, la paz.
O poder gritar en el centro de la incertidumbre.
Un camino hacia la verdad, al blanco.
O enfrentar negruras
y dejar que emerja la valentía.

1 comentario:

TORO SALVAJE dijo...

Sovka!!!

Que alegría volverte a leer.

Que emerja y a por las negruras.

Besos.