Mientras yo descolgaba posibilidades
y apagaba presentimientos,
tú abriste la puerta
y el cataclismo entró.
¿Trataste de impedirlo?
¿O en secreto esperabas su llegada?
Con sus tentáculos extrajo tu corazón
y el miedo se encendió en mis ojos.
Me convertí en la protagonista
de las pesadillas más negras.
No miento, esperaba que me rescataras.
Que aún sin corazón pelearas.
Y el viento susurró a mi oído:
despierta, estás sola.
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